1 EL CAMI DE MULETA
Distancia: 4,8 km
Esta primera excursión empieza en la carretera que une Sóller con Deià (carretera MA10), en su punto kilométrico 56,950. Desde allí sale un camino asfaltado que se dirige hacia el borde del mar, que tomaremos: al cabo de unos pocos centenares de metros. El camino se bifurca a izquierda y derecha, con giros de noventa grados. Si cogemos la calle de la izquierda, podemos llegar hasta el Restaurante Béns d''Avall, dónde es posible degustar platos elaborados con Aceite de Mallorca a la vez que disfrutamos de unas bellas vistas sobre el mar. Pero esta vez debemos tomar hacia la derecha y seguir por el camino asfaltado. Este camino pronto se convierte en una pista forestal de tierra, señalizada como «GR221». Seguiremos, pues, por este sendero -de anchura suficiente para que pase un coche- hasta que llegamos justo ante las casas de Muleta Gran. El camino de llegada y todos los alrededores de esta posesión están llenos de olivos con extraordinarias formas. Aquí debemos hacer caso de las indicaciones de la pista forestal GR221 y seguir en dirección al puerto de Sóller. El camino rodea las casas, hasta llegar a un portillo, que cerraremos después de haberlo atravesado. Acabamos de entrar al olivar de Cas Avinyons, y, a unos pocos metros de la entrada, ya topamos con las formas mitológicas de Es Camell. A la derecha del sendero, a escasa distancia de Es Camell, encontramos también otros olivos de gran belleza. Hay que advertir que, si bien el camino por el cual discurre la excursión es público, los terrenos dónde encontramos los olivos -estén cercados o no- son privados. Por ello, hay que ser extremadamente respetuosos con la propiedad y no dejar nunca ningún rastro de nuestro paso por estos espacios. Continuamos nuestro itinerario por el sendero indicado, volvemos a pasar un portillo y ahora el camino desciende hacia la derecha, delimitado por hitos, por una vía adoquinada, hasta atravesar un torrente, justo antes de pasar otro portillo. Avanzamos por el camino y, en sólo cinco minutos, aparece a mano izquierda la bella posesión de montaña de Muleta de ca s''Hereu, denominada también Muleta Petit, hoy en día convertida en agroturismo (ver apartado de agroturismos) Allí podremos reponer fuerzas merendando con algún plato hecho con Aceite de Mallorca y, visitando la almazara, podremos saber como se elaboraba antiguamente el aceite en la isla.
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2 EL BARRANC DE BINIARAIX
Distancia: 2 km
Iniciamos nuestro paseo en la bella aldea de Biniaraix, en el valle de Sóller. De allí debemos avanzar por una pista forestal (GR221) que encontraremos a la derecha de la carretera que va de Biniaraix a Fornalutx. Cogemos este camino dirección al Barranc de Biniaraix i a l'Ofre i Cúber.
Enseguida el recorrido transcurre entre el típico olivar de montaña: árboles centenarios de formas soberbias, en terrenos terrazas y de plantación irregular, sobre pequeñas parcelas de multipropiedad. Este camino es, por sí mismo, un buen ejemplo de la ingeniería tradicional de la pedra seca, por lo que el barranco de Biniaraix es un bien de interés cultural (BIC), protegido por la Ley de patrimonio desde el 1994.
Y es que todo el camino está repleto de ejemplos del ingenio popular de los antiguos mallorquines: puentes, terrazas construidas en las vertientes de imponentes acantilados, fuentes, casas de posesión...
Después de unos cuarenta y cinco minutos de subida, siempre por camino adoquinado y cerca del torrente de l'Ofre -y justo antes de que se acabe el olivar y empiece la vegetación natural-, llegamos a un cruce de caminos dónde hay una señal roja de la pista GR221. Esta indicación nos informa de dónde venimos (Biniaraix) y también del sentido opuesto, l'Ofre i Cúber.
A unos veinticinco metros de esta señal, hacia el norte, encontramos Sa Madona des Barranc: árbol de formas retorcidas y notable belleza. Y, en los alrededores de este espectacular olivo, otros árboles de gran singularidad.
Si seguimos unos pocos metros en dirección a l'Ofre y Cúber, podremos beber de un pequeño surtidor que toma el agua de la Font des Verger, que se encuentra un poco más arriba del camino. Desde este lugar, si miramos hacia el norte - hacia la parte de arriba del camino-, veremos un olivo delgado y agujereado de gran encanto. Desde este punto podemos hacer dos cosas: o bien seguir hacia arriba, en dirección al Puig de l'Ofre (dos horas más) y el embalse de Cúber (tres horas más), y hacer, así, una de las excursiones más típicas y bellas de la montaña mallorquina; o bien volver por dónde hemos venido, en dirección a Biniaraix
El camino de vuelta a Biniaraix nos permitirá tener una nueva perspectiva del olivar de montaña y de la técnica constructiva de la pedra seca. Además, si todavía no estamos muy cansados, justo donde se acaba el camino de bajada, a la entrada a Biniaraix, podemos tomar un sendero asfaltado que nos queda a la derecha: es el Camí des Marrois (4,2 km de fuerte pendiente), que transita por una de las zonas productivas de montaña más importantes de la denominación de origen Aceite de Mallorca.
Esta vereda nos permite enlazar a pie hasta Fornalutx y deleitarnos con imágenes de bellos naranjos, limoneros y olivos sobre terrazas, además de ofrecer unas vistas espectaculares sobre el valle de Sóller.
3 CAMÍ DE LA FONT GARROVER
Distancia: 2,4 km
Esta excursión empieza en el municipio de Mancor de la Vall, situado en la vertiente nororiental de la Serra de Tramuntana. Hay que advertir que el último tramo de la excursión transcurre por una finca privada, por lo que hay que concertar previamente la visita con el propietario de Oli Sa Font Garrover (Tel. 687 474 187).
Desde Mancor debemos tomar por la carretera que sube hacia el Oratori de Santa Llúcia. A unos cuatrocientos metros saliendo de la localidad, una vez dejado atrás el cementerio, cogemos una vía asfaltada que encontramos a mano izquierda y que está señalizada como el «Camí de Sa Font Garrover». Durante un poco menos de dos kilómetros, por una pista pavimentada y de fuerte pendiente, podremos observar algunos sublimes ejemplares de olivos mallorquines.
Sin salir del trazado principal, llegaremos a un portillo metálico, que, como siempre, debemos cerrado tras haber pasado. Acto seguido, a mano derecha podemos ver un bellísimo olivar. Unos doscientos metros después, encontramos una bifurcación de caminos, dónde tomaremos a la izquierda. Y, cincuenta metros después, el portillo que hace de entrada a la Sa Font Garrover. Aquí el sendero desciende unos pocos centenares de metros, con sucesivos portillos para llegar a las casas, al fondo del valle.
En Sa Font Garrover, la familia Campins tiene una pequeña almazara dónde, invierno tras invierno, elabora un sabroso aceite de Mallorca, a partir de aceitunas de la misma explotación.
No podemos acabar la visita si pedir al propietario de la finca que nos muestre el olivar de la Tanca de s'Atzeroler. Es un lugar con docenas de olivos milenarios de formas extraordinarias: de hecho, no son pocos los pintores y fotógrafos que piden permiso a los propietarios para perpetuar en sus obras la excelencia de algunos de estos árboles.
4 L'OLIVAR DE COMA-SEMA
Distancia: 2,6 km
Esta excursión la podemos empezar en la maravillosa localidad de Orient, al fondo del valle del mismo nombre, en la vertiente central y oriental de la serra de Tramuntana. Desde Orient tomamos la carretera de Bunyola y, a unos cien metros a mano derecha, encontramos la entrada al camino de Coma Sema. Pasamos el primer portillo y, a unos quinientos metros, dejamos a mano izquierda las casas de Son Vidal.
Continuando por el camino principal, unos setecientos metros tras Son Vidal topamos con las barreras de entrada a la finca de Coma-Sema. En este punto el trayecto transcurre por terrenos de propiedad privada y su propietario cobra un peaje para visitar el olivar y las casas de Coma-Sema (tel. 971 180 117).
Justo al entrar a Coma-Sema, ya podremos disfrutar del paseo por un espléndido olivar sobre terrenos en terraza. Quinientos metros después, siempre siguiendo el camino principal, pasaremos unas barreras metálicas, que suelen estar abiertas. A mano derecha, tenemos un cercado, donde se suele sembrar forraje, y justo delante, otro olivar, donde podemos contemplar olivos de formas caprichosas.
Desde aquí, al final del camino y en lo alto de una pequeña colina, ya podemos ver las casas de Coma-sema.
Coma-sema es un buen ejemplo de posesión de montaña. De la época medieval, conserva un molino de aceite tradicional de tracción mecánica, que, gracias a la tenacidad del propietario, todavía hoy funciona.